Volviendo a la ciudad minera

Tras el combate con los secuaces de The Gibbet King y la llegada de Raenar, decidimos no interponernos en la reunión entre ellos. Nos retiramos hasta la torre de vigía desde la que podemos visualizar la torre de Zirakinbar. La lucha que se produce se prolonga durante dos días, tras lo cual la torre de Zirakinbar queda completamente en ruinas. Vemos a Raenar volverse por donde vino, no sin muestras de fatiga y cansancio, por lo que no esperamos volver a saber de él durante mucho tiempo.

Decidimos volver a Edric's Town, y recorremos el mismo camino en sentido inverso al que nos llevó hasta aquí. Y desde ahí partimos hacia Valle, donde decidimos descansar de nuestras tribulaciones.

Hemos hecho tantas veces ese camino que llegamos antes de lo esperado y sin gastar mucha energía.

Ya en Edric's Town, hablamos con Merar para recuperar la viola que le dejamos en custodia, porque pretendemos encontrarnos con Ellaras y posiblemente con Frár, que es nuestra misión principal.

Tolainas conoce la historia de Ellaras. Nos cuenta que es un elfo muy extraño. Ya no vive en el bosque con el resto de los elfos, aunque sí tiene una muy buena relación con el Rey. Al parecer, es el único superviviente a una expedición que se hizo a Emyn-nu-fuin. Volvió con el pelo canoso, los ojos de un loco y se niega a hablar con nadie más que con el Rey. Desde entonces está perdido en las Montañas Grises, donde vive.

Blain conoce la historia de Beinhard, y no parece probable que Frár llegue hasta allí: es una ciudad abandonada tras el ataque de los dragones. Frár pidió ayuda a Dáin que se la negó.

Partimos hacia el Oeste desde Edric's Town en búsqueda de Beinhard. Estimamos que serán unos 12 días, pero nunca se sabe los que nos depararán los caminos.

Al cuarto día de camino descubrimos por sorpresa a un grupo de ocho orcos.

Viene de la sesión Sesión 36

Continua en la Sesión 38